Animación artesanal por rotoscopia para un proyecto creativo

El proyecto creativo que necesita una marca para diferenciarse de la competencia con animación artesanal

Este proyecto nace de la curiosidad y el deseo de explorar la animación manual como forma de meditación visual. Inspirado por un cliente ficticio —un estudio de yoga que busca transmitir calma y movimiento consciente—, este ejercicio me sirvió para recuperar una técnica que había trabajado cuando estudié ilustración en la Escola Massana de Barcelona.

El proceso comenzó con la elección de un video y la separación de cada frame. Trabajé a 12 imágenes por segundo en blanco y negro, imprimiendo, recortando y numerando cuidadosamente cada una. Este orden fue esencial para mantener la coherencia y el ritmo visual del movimiento.

Después llegó el momento de pintar cada fotograma con gouache verde. Decidí usar un único color para simplificar el proceso y mantener una estética coherente dentro del concepto de animación artesanal.

Una vez terminadas las ilustraciones, escaneé y edité cada imagen para ajustar tamaños y detalles. Finalmente, uní los fotogramas digitalmente, dando a cada uno su propio tiempo dentro de la secuencia.

El resultado es una animación artesanal hecha a mano, lenta y consciente, donde cada segundo refleja horas de atención y dedicación. Este tipo de proyectos creativos me permite reconectar con la esencia del diseño: observar, experimentar y disfrutar del proceso más que del resultado.

Para este proyecto utilicé After Effects, Photoshop y pintura con gouache.

Si estás interesada en un proyecto similar para tu empresa, no dudes en contactarme —estaré encantada de conocer más sobre tu idea y transformarla en una pieza visual con alma.

Y recuerda que en Instagram puedes ver más sobre este proyecto o volver al porfolio para ver el resto de mi trabajo